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Es un hecho que las tecnologías de automatización hacen posible hoy en día tener visibilidad y control sobre prácticamente la globalidad de la operación minera. Desde las variables de operación de un chancador, hasta el telecomando de un equipo móvil, las posibilidades que se nos ofrecen son casi ilimitadas. Sin embargo, pese a la profusión tecnológica, en la mayoría de los casos, los centros de control. El principal síntoma de que un centro de control no está cumpliendo con su objetivo es el tiempo que pasan en él los ejecutivos; si los gerentes no van al centro de control o sólo lo visitan esporádicamente es señal clara de que el centro no tiene un rol preponderante en la toma de decisiones…
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